La llegada del verano siempre supone una alegría, se aproximan las vacaciones, todo el mundo es feliz, sales a la calle y siempre hay gente en las terrazas, en los parques, paseando por la noche, disfrutando del aire fresco del atardecer... ese ambiente vacacional se propaga por todos nosotros, la pena es que si estás trabajando no puedes disfrutar de este entretiempo tan maravilloso, los madrugones persisten, y la sensación de cansancio que provoca el calor junto a la falta de apetito hacen que a veces no haya más remedio que dormir una buena siesta para recuperar fuerzas. Tal vez sea la llegada del verano la razón por la que llevo cierto tiempo sin escribir por aquí, o tal vez haya sido que he estado unos días de vacaciones, o que símplemente no he tenido un lugar tranquilo en el que poder concentrarme y escribir cómodamente en este mi cuaderno de bitácora, ahora retomo el ritmo y escribo lo que tengo anotado en hojas perdidas.
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