En el mes de enero, cuando salí de trabajar como cada día crucé la pasarela de la M-30 hacia donde tenía aparcado el coche la sorpresa fue que cuando voy a abrirlo me encuentro que estaba ya abierto, en un primer momento no me inquieté porque a veces dudaba de si lo había cerrado o no, entonces miré por la ventanilla y ví que me habían arrancado la radio, en ese momento tomé una decisión que no sabía cuanto me iba a marcar, decidí no volver a ir a trabajar en coche, el coste era similar el de ir en coche o en metro, así que me decanté por la segunda opción, la verdad es que me acostumbré pronto al trasiego de gente por las mañanas, a la lucha por un asiento esperando en primera fila en el andén de la primera estación de al lado de mi casa, las legañas compartidas con extraños y el olor nauseabundo fácilmente reconocible de los que o se les habían pegado las sábanas o símplemente ignoraban que eran criticados con gran ferocidad en el subconsciente del resto de viajeros. El caso es que después de unos días de viajes me aburría enormemente y decidí llevarme un libro, "Breve historia de España", un ladrillo de unas 800 páginas que había comprado en Santander a mi llegada el último verano después de ir desde Madrid en bicicleta, un buen recuerdo cultural pensé cuando lo compré; en algunos momento se volvía un poco indigesto pero que te tenía en vilo recordando viejos momentos en la escuela, tardé más o menos dos meses en leerlo, la verdad es que acabé fascinado y con ganas de más, hacía un tiempo reposaba sobre la estantería de mi habitación un libro que siempre había deseado leer pero por falta de tiempo se quedó ahí acumulando polvo, al día siguiente de acabar de leer el anterior, empecé a coger los bártulos para el trabajo y cogi este majestuoso ejemplar de "Vivir para contarla", las memorias de un genio, Gabriel García Márzquez, a día do hoy, a penas cinco días después llevo ya más de medio libro leído, es inusual que yo, después de mucho tiempo sin leer libros, haya cogido este hábito tan saludable. Ya tengo pensados tres títulos para mis siguientes lecturas "Santuario Vettón de la Yerma, San Juan de la Nava", es una lectura obligada para todo sanjuañego, sobre todo para conocer los habitates que habían estado en la villa muchos años antes, "Grandes vuelos de la Aviación Española" éste ha entrado con mucha fuerza en mi cabeza ya que hace unos días visité el museo del aire y fui consciente de que España ha sido pionera en el mundo de la aviación y muy pocas personas lo saben, así que como tributo a todos aquellos aviadores lo adquiriré y lo leeré con todo el respeto que se merecen, y en tercer lugar está "Anna Karenina" de Leon Tolstoi, me fascina la cultura rusa por lo desconocido, espero aprender mucho. Iré haciendo crónicas de cada libro que vaya leeyendo.
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