Vistas desde el Cabo de San Vicente |
Hace unos días marché hacia el sur de Portugal a trabajar, en principio no iba a estar mucho tiempo ya que habíamos comprado un aparato nuevo que aún no nos había llegado, pero nos habían dejado uno similar con el que podríamos avanzar mucho más rápido, los problemas no tardaron en llegar, no conseguía enlazar con la red de Portugal ni con la de España, parecía que no funcionaba, y en efecto, tuve que hacer todo el trabajo con mi antiguo equipo, esperando 20 minutos en cada punto para poder postprocesar. Empecé en Ayamonte donde pasé un par de noches, a medida que iba avanzando el trabajo iba avanzando mi residencia, pasé de Ayamonte a Albufeira, en pleno corazón del Algarve portugués, seguramente sea el lugar más turístico de todo el Algarve, lleno de tiendas, puestos nocturnos y muchísimos restaurantes de comida típica portuguesa, aunque por supuesto puedes comer todo tipo de comida internacional, me recordó un poco a Benidorm por aquello de que aunque estés en Portugal todo el mundo habla en inglés, se hace un poco raro. Continué mi trabajo y llegué hasta el Cabo de San Vicente donde pude ver la fortaleza de Sagres, y mientras avanzaba iba adentrándome en pequeñas playas de minúsculos pueblos a las que o sabes que están ahí, o no eres capaz de llegar, estuve hospedado en un Hostal durante unos días situado en Aljezur, seguramente alrededor de este pueblo esté la zona que más me ha gustado de todas las que he estado, playas recónditas, surferos en busca de las mejores olas, pueblos de pescadores y muchísimos turistas con sus caravanas en busca de un lugar donde aparcarse para pasar la noche, el trabajo continuó y llegué a Sines, una ciudad portuaria que se denomina la puerta del tráfico marítimo de Europa, posée un puerto de mercancías enorme pero lo que más impacta es la cantidad de refinerías que hay, en cualquier vista aérea se pueden ver muchísimas eso sí, el olor a fuel quemado en la ciudad es contínuo, por suerte allí hay trabajo y la gente no está sufriendo tan fuertemente la crisis portuguesa, también hay muchos españoles trabajando en las refinerías, emigrantes del siglo XXI en busca de un futuro mejor. Desde Sines hasta Setubal hay una playa enorme de docenas de kilómetros, en algunas partes se hace muy difícil el acceso y en otras está prohibido, por ejemplo en la prisión de Pinheiro da Cruz. Desde Carvalhal surge un brazo de tierra que se adentra en una bahía existente en Setubal formada por la desembocadura de dos ríos, en la punta de este brazo está situada Troia, un conjunto de urbanizaciones turísticas que gozan de una vista privilegiada de la ciudad de Setubal y que reciben de lleno las aguas del Atlántico.
![]() |
Vistas de la Bahía de Setubal y de la península de Troia |
Continué con el trabajo y llegué al oeste de Setubal donde había una pequeña cordillera pegada al mar desde la cual tenía unas vistas privilegiadas de toda la bahía y de la península de Troia, continué trabajando y acabé en una zona militar a la que no podía acceder. En términos generales el viaje ha estado bastante bien, he visto sitios espectaculares y he visitado lugares a los que, como siempre digo, si no fuera por el trabajo no hubiera ido jamás en mi vida, la gente es un poco cerrada, muy tímida y con un aspecto un tanto decadente, cosa que no sucede con los extranjeros que viven allí o los que se han hecho a las costumbres extranjeras, en cuanto a la comida.. no está mal, no me gusta que me pongan aceitunas cuando me siento sin pedirlas y que me las cobren a precio de oro, lo mismo sucede con la mantequilla, quesos, patés y el propio pan, pan que jamás lo sirven del día, como nos gusta en España, crujiente por fuera y blandita la miga de dentro, si no que son bolas de pan que pueden llevar varios días hechas y que te las sivern en lonchas correosas, es muy común que te sirvan algo y veas en su cara la satisfacción de lo que te han cocinado cuando realmente te están sirviendo algo que es una auténtica vergüenza, por lo demás todo muy bien, lo peor, las inundaciones que sufrí en Faro y lo mejor, las puestas de sol en el Atlántico, creo que volveré pronto y que estaré con más calma, así podré disfrutar más y mejor de lo que los vecinos nos ofrecen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario