El último fin de semana ha sido muy especial, lo he aprovechado bastante, he podido hacer muchísimas cosas, la verdad es que ya tenía ganas de aprovechar el tiempo y más aún teniendo en cuenta que pude estar con quien quería, el sabado amaneció muy pronto, nos preparamos para ir al zoo, hicimos unos bocadillos y nos fuimos para allá, no perdimos el tiempo y aprovechamos para ver, en primer lugar, todos los espectáculos, leones marinos, delfines, rapaces y psitácidos, todos los espectáculos están enfocados al aprendizaje, sobre todo para los niños, y a causar asombro, me llamó mucho la atención el vuelo del tucán y de cualquiera de las rapaces, sobre todo de las autóctonas de la fauna española, la verdad es que es algo que ayudará mucho a la preservación de su medio. Después una vuelta por todo el Zoo viendo todos los animales, me resutaron muy llamativas las crías de los osos panda, el tapir y los osos hormigueros, vaya animalejos hay por la vida. La verdad es que el recuerdo que tenía del Zoo era muy diferente pero no mejor ni peor, depende de la edad ves las cosas de una u otra manera.
Después fuimos a dar un paseo por el Madrid Río, uno de los mejores espacios verdes que hay en Madrid, es una gozada pasear por cualquiera de sus rincones, en todos lados hay sorpresas, y justo antes de que entrara nos fuimos a ver la puesta del sol sobre la ciudad desde el conocido como parque de las siete tetas, espectacular como siempre, ver como entra la noche y poco a poco se encienden las luces de la ciudad es siempre un hecho admirable. Para acabar fuimos a ver las luces de navidad, la verdad es que íbamos muy ilusionados pero este año deja mucho que desear, con la excusa de la crisis está un poco pobre, pero de todas maneras había muchísima gente y estar por las calles en pleno bullicio navideño tiene su encanto. Contra todo pronóstico acabamos cenando con un amigo en su casa y desde allí a tomar algo con los amigos, que se habían reunido en el bar de siempre, estuvimos un rato con ellos pero nuestro cuerpo nos pedía una tregua así que la marcha a casa era inminente y el descanso para la carrera del día siguiente era obligatorio, así que con las mismas... hasta mañana.