Conversaciones sensatas que cambian vidas

    Hoy, después del bajón de ayer, he vuelto a trabajar. Madrugón, desyuno, ducha, vestirme, coger las llaves, comprobar que llevo todo y meterme en el metro, hoy por primera vez sin periódico, así que he escuchado música con mi iPod, desgraciadamente hoy había un señor tocando el violín en Alonso Martínez y su música no iba muy acorde con la que yo iba escuchando, no como ayer que el negrete del xilófono africano estaba tocando una melodía que encajó perfectamente con lo que yo escuchaba y consiguió que esbozara una sonrisa. He llegado a la oficina y después de hablar con mi jefe sobre unos programas que se usaban antiguamente para hacer lo que hacemos nosotros ahora, hemos estado hablando sobre nuestra situación, mi jefe sabe perfectamente cómo me encuentro, es sin lugar a dudas mi mayor apoyo dentro del entorno laboral, una persona a la que siempre he admirado y a quien expongo muchas de mis intimidades ya que sé que jamás lo usará en contra mía, es a quien siempre defino como la persona más inteligente que jamás he conocido y quien consigue que el hecho de ir a trabajar no sea tan pesado como se me hace cuando él no está, sin lugar a dudas es un referente para mí, pero a partir de hoy no sólo será eso, me ha demostrado que es un amigo, sin lugar a dudas me ha animado a hacer lo que siempre he querido hacer, el único apoyo que he recibido en esta cuestión, sin lugar a dudas ha apostado por mí y no le defraudaré, sé que si lo consigo será la segunda persona más orgullosa de mí, puesto que el primero seré yo mismo.

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